Una historia para entender y abrazar la diversidad

En un mundo donde la mayoría son manzanas, Pau nos enseña lo maravilloso que es ser una pera.

¡Soy la Pera!, el nuevo libro ilustrado de Pau Brunet, nos invita a adentrarnos en la vida de Pau, también conocido como @paupautista, un niño de 10 años con autismo que, además de ser el protagonista de esta historia, es un referente en la divulgación y comunicación sobre la diversidad.

Más que un cuento, una lección de vida

Este libro, pensado para niños a partir de los seis años, tiene un mensaje que resuena con fuerza también entre los adultos. Con las preciosas ilustraciones de Beatriz Rojas, ¡Soy la Pera! sensibiliza, fomenta la comprensión y nos recuerda que nuestras diferencias son lo que nos hace únicos y fuertes.

Pau: un ejemplo de inclusión

Pau es un niño muy especial que a veces se siente diferente de los demás. Su historia está llena de emociones, rutinas y aprendizajes que derriban estereotipos y ayudan a comprender qué significa vivir con autismo.

Este cuento aborda el autismo con sensibilidad y ofrece a niños y adultos herramientas para aceptar, respetar y abrazar la diversidad. Con cada página, Pau nos muestra que, aunque no todos somos iguales, todos tenemos un lugar en esta gran canasta de frutas.

No te pierdas esta oportunidad de compartir con tus hijos, alumnos o incluso contigo mismo una historia que cambiará la forma en la que entendemos la diversidad.

¡Soy la pera!

Pau Brunet

15 €

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Pau es un niño muy especial y a veces se siente distinto a los demás niños y niñas. En este libro, día a día, vamos conociendo la vida de Pau y entendiendo por qué se siente así. Con la voluntad de abordar un tema tan sensible como es el autismo y con el propósito de concienciar sobre este trastorno del desarrollo, Pau nos cuenta sus rutinas, emociones y sentimientos para, así, ayudar a comprender a todas las personas que lo sufren y derribar mitos y estereotipos. Y es que, como dice Pau, cuando la mayoría de personas son manzanas... ¡es difícil ser una pera! Sin embargo, eso no es un obstáculo para él y nos invita a sacar a relucir aquello que, como frutas que somos, nos distingue y nos hace especiales.

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