Chandrahas Choudhury, natural de Orissa, es un escritor y crítico literario indio. El pequeño rey de Bombay es su debut literario y es uno de los primero títulos de Chindia Editorial. Choudhury visitará Barcelona el día 3 de octubre para presentar su obra en Casa Asia.
¿Cómo y cuándo empezaste a escribir?
Escribo desde que era un niño (¡Aunque creo que hace muy poco que me he convertido en un escritor decente!). Por lo que puedo recordar, a excepción de un breve período en mi adolescencia, que me fascinaba el cine y quería trabajar en películas, siempre he querido ser escritor.
Te especializaste en literatura inglesa en la universidad. ¿Eso te ha ayudado como escritor?
¡Por supuesto! Una formación en la historia y las tradiciones de un campo siempre es una gran ayuda si quieres trabajar en dicho campo. Está claro que hay una diferencia, tanto en términos de lenguaje como de cultura, entre la literatura inglesa y las obras de un novelista indio. Para mí, convertirse en novelista es tratar de aprender a encontrar tu propio lenguaje y estilo, sin embargo, la literatura inglesa me ha ayudado mucho, incluso en ese aspecto.
¿De dónde sacaste la inspiración para El pequeño rey de Bombay?
En 2004, vi por la calle a un hombre muy bajito pero muy atractivo, e inmediatamente empecé a imaginarme su historia. Ese fue el comienzo. Pero creo que en el proceso de creación de una novela, la inspiración cuenta muy poco, lo que se requiere, lo que se tiene que aprender a cultivar, es una pasión que se pueda mantener durante meses y años, una energía más persistente y estable. El pequeño rey de Bombay sólo se convirtió realmente en El pequeño rey de Bombay en los últimos borradores del libro, varios años después de haber pensado en ello por primera vez.
Arzee, el protagonista de tu novela, es un poco un anti-héroe a pesar de ser el protagonista... es un enano y no muy dado a la acción, ¿no crees?
Lo que es acción y lo que no es acción en una novela es algo difícil de discernir. Incluso un pensamiento que se expresa en una forma dramática puede ser interpretado por el lector como una acción, porque significa que algo se está moviendo o cambiando dentro del campo de la historia... Dado que en lo que yo quería entrar, y en lo que quería que entraran los lectores, era la mente de Arzee. La narración está a caballo entre la realidad, los sueños y la imaginación del protagonista.
Decidiste dejar tu trabajo para escribir la novela. ¿Fue una decisión difícil? ¿Cómo te sentiste?
No fue una decisión difícil. Estaba cansado del aburrimiento y la inercia intelectual del trabajo que estaba haciendo, y para entonces ya sabía lo suficiente sobre el mundo y sobre mí mismo para estar seguro de que no sería feliz si no escribía. Además, es mucho más fácil arriesgarlo todo cuando tienes veintitantos… Una vez que logré la disciplina de escribir todos los días, mi vida se volvió muy ordenada, productiva y satisfactoria. A pesar de que los escritores suelen quejarse mucho, no creo que haya muchas cosas más satisfactorias que un compromiso constante con tus principios, muchos ratos de ocio, tiempo para la reflexión y para la interacción humana.
¿Cuál es tu proceso de escritura? ¿Trabajas con esquema? ¿Sabes adónde vas?
Para El pequeño rey de Bombay trabajé de manera muy desestructurada, dejándome llevar por el instinto, porque nunca había trabajado en un proyecto de una magnitud tan grande. Fue un trabajo muy intenso. A menudo no sabía hacía dónde iba la historia, pero seguía adelante solo para ver qué pasaba. Cuando llegué al final (aunque no fue un final muy bueno), no dejé de volver atrás para cortar, cambiar y volver a escribir, hasta que acabé consiguiendo una historia clara pero colorida. Para mis futuros libros espero trabajar de una manera más organizada. Pero no importa lo organizado que seas, una historia siempre parece descubrirte su propia estructura y su tono cuando te sumerges en ella. La escritura es siempre llena de sorpresas, incluso para el escritor más metódico y organizado.
¿Cuánto tiempo tardaste en escribir el libro? ¿Cuáles fueron sus experiencias como durante esa etapa?
Me llevó cuatro años si se incluye la planificación, pero poco menos de tres años escribirlo. Yo era una persona cuando empecé el libro y otra cuando lo terminé. Me siento mucho más fuerte mentalmente y más seguro en mi escritura ahora que he terminado un libro del que me siento satisfecho.
El pequeño rey de Bombay es una historia de auto-descubrimiento. ¿Estás de acuerdo?
Completamente. Es la historia de un proceso de ilusión, pérdida y descubrimiento.