El cirujano, escritor y conferenciante Mario Alonso Puig (Madrid, 1955) es una rara avis en un mundo donde es difícil encontrar divulgadores plenamente humanistas. Durante 26 años, Alonso ejercitó la actividad quirúrgica, pero un día decidió dejar la medicina y dedicarse por completo a dar charlas y escribir libros. Tal como ha explicado a El Confidencial, antes de una conferencia que se celebró ayer en la Fundación Rafael del Pino, su paso de la actividad médica a la enseñanza multidisciplinar no ocurrió de un día para otro: “Antes de entrar en la facultad de Medicina quedé muy impactado por un libro escrito por el profesor Pedro Laín Entralgo, un extraordinario médico y un magnífico humanista, que se llamaba La relación médico-enfermo. En aquellas páginas descubrí el poder de la comunicación para generar salud o enfermedad. En consecuencia empecé a buscar qué había detrás de esto, aplicando a mis enfermos lo que fui aprendiendo a lo largo de muchos años. Ellos fueron los que me dijeron que lo extendiera a más personas. Les hice caso y empecé a moverme fuera del ámbito hospitalario. Aquello empezó a tomar su propio ritmo, me fié de la vida y la vida me trajo hasta aquí”.
Alonso es hoy uno de los más reconocidos expertos en temas de liderazgo, comunicación y gestión del estrés, materias que, desde el estallido de la crisis económica en 2008, se han vuelto más demandadas que nunca. En su nuevo libro, La respuesta (Plataforma Actual), Alonso presta especial atención a los jóvenes, quizás el grupo de edad menos interesado por lo que puede contar pero, en su opinión, el que más necesita sus consejos: “La respuesta es una propuesta para que las personas reflexionen sobre lo que de verdad puede dar orientación y sentido a sus vidas. Cuando nosotros perdemos valores y perdemos referencias, automáticamente empezamos a experimentar ansiedad. Hay mucha gente joven que se encuentra en esa situación”.
Un conflicto generacional que no lleva a nada
No cabe duda de que los jóvenes están sufriendo con especial virulencia el estallido de la crisis. Más de la mitad de los españoles menores de 25 años está en paro (un 52,34%). Tal como apunta Alonso, se trata de un colectivo que “se encuentra en una situación de especial complejidad”, y al que le faltan unas referencias que los adultos no han sabido aportar.