La práctica psiquiátrica ha sido objeto de controversia desde distintos puntos de vista. La medicina la ha considerado una especialidad rezagada e inaccesible; la psicología la ha acusado de negligencia en el estudio de la vida psíquica normal; la sociología ha señalado su desarrollo descontextualizado y sus efectos discriminadores, y la biología ha contado muy poco con ella para el estudio del funcionamiento del cerebro. Por añadidura, la ideología y la política también la han zarandeado a conveniencia, en ocasiones usando partituras de cierta pobreza intelectual. Son pocas las instancias culturales que no se han pronunciado en algún momento sobre la naturaleza de las alteraciones psiquiátricas, inevitablemente presentes en la historia de la epopeya humana.
Los psiquiatras no pueden permanecer callados, por muy exhaustos que estén de tanto discutir con unos y con otros. Es por ello que en este libro, ganador de la primera edición del Premio Staccato de Ensayo en Psiquiatría, se hace un (breve) análisis crítico de la historia de la psiquiatría como especialidad médica, y se propone un desarrollo alternativo, fundamentado en los progresos de la biología, en la incorporación de nuevas áreas de conocimiento biomédico y en una epistemología rigurosa que deje el menor margen posible a la mera opinión.