Marcello Mastroianni fue descubierto en el Centro Universitario Teatral por un colaborador de Luchino Visconti. Con Un tranvía llamado deseo comenzó una fulgurante carrera teatral que duraría diez años. Noches blancas significó el gran salto en su carrera profesional, que a partir de ese momento se desarrollaría principalmente en el mundo del cine. Numerosos directores explotaron la extraordinaria capacidad interpretativa del autor, que se convertiría en uno de los rostros más carismáticos e icónicos del cine europeo.