Manuel Valdès Miyar

Ricardo Sánchez Gracia, Chileno y Español, Médico Anestesiólogo

Excelente mirada de la psiquiatría. Da en el clavo. Solo quisiera comentar que la mirada es muy existencialista, lo que respeto pero no comparto. La razón por la cual la psiquiatría no tiene base psicológica en que apoyarse, es porque nadie sabe de donde nacen los pensamientos, que son el vehículo con el cual se transmite el conocimiento, a través del lenguaje. Y mientras ello no se pueda descubrir, habrá miradas más esencialistas, más esotéricas, de las cuales tengo mis reservas, pero ninguna prueba de que sean falsas. En el epílogo, el Dr. Valdés refiere que el "cerebro se alimenta de los estímulos del ambiente y de las interacciones..." Eso es cierto pero no agota las posibilidades. No sabemos de que más se alimenta el cerebro, independiente de las creencias de cada uno. Así, cada cerebro manifiesta acciones basadas en la interpretación que hace de los hechos. También existe la posibilidad de ver los hechos sin interpretarlos, lo que nos permitiría relacionarnos sin tanta creencia entrometida entre los seres, sin prejuicios, y sin respuestas reaccionarias, aprendidas. Quizás debiéramos intentar conocer que nos ha llevado a ser tan imitadores en nuestras vidas, a comprarnos verdades construidas por otros, y dejamos de lado el descubrimiento del mundo sin intermediarios ni recetas aprendidas y transmitidas por generaciones. Y por supuesto, buscar el bosón de Higgs de la psicología, esa sustancia que se materializa en los pensamientos, ese mecanismo que nos llena de pensamientos (de "ideas"), al extremo "de volvernos locos". De ahí a descubrir quien inventó el mecanismo.... hay mucho paño por cortar. Otro tema es aprender a usar el pensamiento. Tal vez muchos cuadros "borderline" que han llevado a la espantosa clasificación de enfermedades o condiciones psiquiátricas solo se deban a un mal uso del pensamiento. Basta de enseñar "en que pensar". Hay que aprender una nueva manera de "como pensar". Mi propuesta es una nueva relación con el pensamiento, dejar de endiosarlo y verlo como lo que es: Una herramienta al servicio del Ser, lo que invertiría lo que tenemos hoy: el Ser al servicio del pensamiento... pero eso da para otro libro. Saludos